William Godwin (1756-1836), padre de Mary Shelley, fue un influyente pensador anarquista. Aunque ejerció como pastor calvinista en su juventud, tras descubrir a los filósofos franceses, se instala en Londres para dedicarse al periodismo político. En 1797 se casa con Mary Wollstonecraft, que muere poco después de dar a luz a su hija Mary, a la que educará en sus principios filosóficos. Godwin escribió numerosos ensayos políticos donde fue exponiendo su ideario de carácter anarquista, como su célebre Investigación sobre la Justicia Política, además de participar activamente en movimientos radicales de la época. Caleb Williams tiene su origen precisamente en las profundas reflexiones que dieron lugar a este ensayo.
Las aventuras de Caleb Williams es una oscura y envolvente novela sobre la culpabilidad, la curiosidad malsana, el acoso y la persecución obsesiva. La primera parte describe la decadencia del noble Falkland, cuyo honor y reputación –los dos valores que orientan su vida– quedan en entredicho al recaer sobre él la sospecha de un crimen infame. Su criado, Caleb Williams, guiado por una curiosidad morbosa, cree haber descubierto la culpabilidad indudable de su amo y señor. Es entonces cuando se desata sobre el infortunado criado una persecución y acoso implacables. La novela nos muestra que las leyes son esencialmente corruptas e instrumento de opresión de los poderosos sobre los débiles, convirtiéndose en un arma de la que se sirve la tiranía humana… al menos en el mundo de «las cosas como son».