Esta noche arderá el cielo, de Emilio Bueso. Ejemplares firmados por el autor hasta fin de existencias.
Cuentan las leyendas inuit que hay un agujero oscuro en la bóveda celeste por el que se puede llegar a los cielos, y que los espíritus de los muertos a veces encienden antorchas para guiar hacia la gloria a los que van a fallecer. Por eso los mortales vemos las auroras.
Cuentan las auroras que a veces el sol lanza sobre la atmósfera terrestre miles de toneladas de gas electrificado a medio millón de kilómetros por hora, que las luces fantasmagóricas que danzan de noche sobre los bosques boreales son llamaradas letales de radiación… y faros que atraen al vasto norte canadiense a los náufragos de esta historia de desamparo, narcotráfico, fogonazos y rock’n roll: un padre que lleva a su hijo a fotografiar las estrellas y en vez de un observatorio encuentra en sus fotos el escenario de un crimen, un crimen espantoso contra la humanidad al que se opondrán varios gobiernos, y la intromisión de un motero que se hace al monte solo para acampar bajo las estrellas con una amiguita… que no es lo que parece. Como nada en esta historia hipnótica, que no se resuelve hasta el final.