«En el siglo XXV, cuando las técnicas de teleportación han cambiado de forma radical la sociedad de la Tierra, un hombre motivado por pasiones extremas emprende un carrera desesperada por cambiarse a sí mismo. Gully Foyle fue abandonado a su suerte y logró sobrevivir milagrosamente a una situación sin esperanzas; desde entonces ha venido acumulando riquezas y poder con un único objetivo: vengarse.
Las estrellas mi destino es uno de los eternos favoritos de la ciencia ficción, una novela de cabecera para cada generación de lectores que ha existido desde su publicación original en los años cincuenta. Un libro pirotécnico, intenso y rebosante de ideas al que se vuelve, una y otra vez, con placer renovado.
«En los setenta se la consideraba aún la mejor novela de ciencia ficción jamás escrita. Por supuesto, sabemos que eso sigue siendo cierto hoy en día.»
– Kathyrn Cramer y David G.
Alfred Bester nació en Nueva York en 1913. Cursó sus estudios en la Universidad de Pensilvania y publicó sus primeros relatos en Thrilling Wonder Stories a principios de los años cuarenta. A continuación hizo carrera de guionista para cómics, radio y televisión, en seriales como Superman, Batman, Nick Carter, Charlie Chan, Tom Corbett y La Sombra. En los años cincuenta regresó a la ciencia ficción y publicó diversos relatos y dos de las novelas más destacadas de la época, El hombre demolido y Las estrellas, mi destino, y también una novela policiaca de inspiración autobiográfica sobre el mundo de la televisión, Carrera de ratas. A finales de la década empezó a trabajar para la revista Holiday, que dirigió hasta su cierre, en los años setenta. Después de ese periodo regresó al género con obras como Computer Connection, Golem100 y Los impostores. Vivió toda su vida en Nueva York y murió en Pensilvania en 1987, el mismo año en que fue nombrado gran maestro de la ciencia ficción en Estados Unidos. Tras su muerte se encontró el manuscrito de una novela policiaca inédita y, más tarde, otra obra inacabada, que Roger Zelazny completó para que se publicara.